miércoles, 7 de junio de 2006

El ojo de dios, abierto,
contempla fascinado la guerra del viento y el túnel de las neblinas.
Se regocija si nos perdemos y también si lo encontramos.
Nos quiere solos y libres, seguros y oscilantes.
Inmóvil,
agita el viento para despedazar nuestra soberbia.

"El ojo de dios". Eli Pstyga, 1994
Óleo sobre tela, 35 cm x 45 cm
EL CORAZÓN.
Son dos brazos y dos manos que, desde un mismo origen, deciden acercarse. Los dos pulgares se tocan y forman un corazón.
La huella digital es única e irrepetible y nos identifica ante los demás.
Sólo cuando entran en contacto,
movilizan la energía y el corazón puede funcionar.
La identidad es la llave que pone en marcha el motor.

El motor de un país
es la fuerza de trabajo de sus brazos,
la energía creadora de sus manos
y la unión de un proyecto en común.

Es el corazón de una nación.
"Ángel Enamorado". Eli Pstyga, 2001
"Ángel Enredado". Eli Pstyga, 2001