lunes, 11 de septiembre de 2006

Un árbol seco,
un árbol muerto,
entre un gallinero desvencijado
y un tanque australiano vacío.
Cada anochecer
se llenaba de plumas y cacareos,
dormitorio de gallinas desamparadas.


"El Árbol de las Gallinas". Eli Pstyga, 1984
Tinta sobre papel, 46 cm x 32 cm

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que todos, alguna vez, vimos un árbol así, seco y muerto, pero eterno como una estatua de mármol.

Anónimo dijo...

que lindas tus pinturas!,me encanto tu mail te mando muchos besos!